Hoy 15 de Octubre dia de la Mujer
Rural, desde AMIO queremos homenajear
la función y contribución decisiva de la mujer
rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y
rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza
rural.Las mujeres rurales desempeñan un papel fundamental en las
economías rurales de los países desarrollados y en desarrollo.
En la mayor parte del mundo en desarrollo participan
en la producción de cultivos y el cuidado del ganado, proporcionar alimentos,
agua y combustible para sus familias y participan en actividades no agrícolas
para diversificar los medios de subsistencia de sus familias. Además, llevan a
cabo las funciones vitales en el cuidado de los niños, los ancianos y los enfermos.
Por todo ello, a ellas va dedicado este poema.
¿Qué cuántos años tengo?
¡Qué importa eso!
¡Tengo la edad que quiero y siento!
La edad en que puedo gritar sin miedo lo que
pienso.
Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o lo
desconocido...
Pues tengo la experiencia de los años vividos
y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuántos años tengo!
¡No quiero pensar en ello!
Pues unos dicen que ya soy viejo
otros "que estoy en el apogeo".
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente
dice,
sino lo que mi corazón siente y mi cerebro
dicte.
Tengo los años necesarios para gritar lo que
pienso,
para hacer lo que quiero, para reconocer yerros
viejos,
rectificar caminos y atesorar éxitos.
Ahora no tienen por qué decir:
¡Estás muy joven, no lo lograrás!...
¡Estás muy viejo, ya no podrás!...
Tengo la edad en que las cosas se miran con más
calma,
pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños,
se empiezan a acariciar con los dedos,
las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor,
a veces es una loca llamarada,
ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión
deseada.
y otras... es un remanso de paz, como el atardecer en
la playa..
¿Qué cuántos años tengo?
No necesito marcarlos con un número,
pues mis anhelos alcanzados,
mis triunfos obtenidos,
las lágrimas que por el camino derramé al ver mis
ilusiones truncadas...
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué importa si cumplo cincuenta, sesenta o más!
Pues lo que importa: ¡es la edad que siento!
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin
miedos.
Para seguir sin temor por el sendero,
pues llevo conmigo la experiencia adquirida
y la fuerza de mis anhelos
¿Qué cuántos años tengo?
¡Eso!... ¿A quién le importa?
Tengo los años necesarios para perder ya el
miedo
y hacer lo que quiero y siento!
Qué importa cuántos años tengo.
o cuántos espero, si con los años que tengo,
¡¡aprendí a querer lo necesario y a tomar, sólo lo
bueno!!
José Saramago